Walter Aciar el admirado responsable del césped de la cancha de Chacarita

Muchos se sorprenden para bien cuando ven a la cancha de Chacarita Juniors, que es una de las mejores de la Primera Nacional y siempre luce con un frondoso césped verde y bien alineado: el responsable es el canchero Walter Aciar, quien trabaja en el club desde hace 17 años y que ahora, durante la pandemia, reacondicionó de la mejor manera el pasto del estadio de Villa Maipú y también de las canchas que están en el polideportivo Duchini.

“Cuando terminan los campeonatos en diciembre y luego arrancan en enero no te da el tiempo para hacer un trabajo a largo plazo, pero con esto del coronavirus vimos que los plazos de la vuelta a la competencia se empezaron a alargar y por eso decidimos realizar un trabajo de fondo”, explica Walter.

El primer trabajo que se realizó durante la pandemia en la cancha de Chaca fue reemplazar 450 metros cuadrados de césped y eso tuvo un objetivo específico: “Dentro del pasto que teníamos en la cancha reemplazamos la variedad Kikuyo por la gramilla, que es más fina. Lo que sucede es que el Kikuyo tiende a comerse a la gramilla y queríamos evitarlo, por eso ahora que tuvimos los tiempos agronómicos, lo hicimos”, destaca el canchero.

El proceso para cambiar dicho césped no fue sencillo: primero se retiraron los panes de pasto viejos, luego se tiró en la zona fosfato de amoníaco que ofició como arrancador de raíces y finalmente se colocaron, pan por pan, los 450 metros de gramilla nuevos.

“Ese fue solamente le primer paso, porque una vez que reunificamos ese pasto, que oficia como base de la cancha, y realizamos la reaireación, sembramos encima un césped de invierno conocido como RyeGrass. Realizamos una siembra total en la cancha, le tiramos 25 metros cúbicos de arena y después fertilizamos. Luego el pasto creció de manera uniforme. Es un trabajo que costó entre 150 y 200 mil pesos”, cuenta Aciar.

Hay un viejo dicho en el fútbol de ascenso que asegura que “todo se reutiliza” y en este caso los panes de pasto que estaban en el estadio fueron a parar al polideportivo Duchini, donde el Funebrero se encuentra realizando los entrenamientos presenciales de cara a la vuelta del campeonato de la Primera Nacional.

“Se trata de un pasto muy bueno, solamente lo saqué del estadio porque ahí busco la excelencia. Es como si tenés un jardín de rosas y de repente aparece un clavel: vos querés que el jardín sea únicamente de rosas”, destaca el canchero.

En el polideportivo Ernesto Duchini hay cuatro canchas y en la principal está entrenando el equipo que dirige el Pampa Biaggio. “En esa cancha se hizo nuevo todo el abovedado, que sirve para que el agua caiga hacia los costados y también se le hizo el sistema de riego, que lo regalé yo”, cuenta el canchero.

Ese sistema de riego costó en su momento unos 400 mil pesos -ahora 700 mil- y cuenta con aspersores y una computadora automática que puede programar cuatro tandas distintas de riego durante el día.

“Lo hice porque soy hincha y porque Chacarita a mí me dio todo lo que tengo: yo empecé a trabajar en el club en el 2003 y viví cinco años en una casita adentro del predio, que siento que es mi casa. Nacho Piatti y el chaqueño Insaurralde, por ejemplo, venían a tomar mate cocido conmigo”, confiesa Aciar, de 42 años.