Nuevo libro. Nuevo encuentro. Nueva razón para festejar.
El próximo martes 8 de noviembre a las 20 hrs. es la presentación de “Variaciones –Mitología incompleta del tango”, nuevo libro del filósofo, historiador, ensayista y escritor Gustavo Varela. .
Martes 8 de noviembre a las 20 hs. en Virasoro Bar, Guatemala 4328, entrada libre y gratuita.
Gustavo Varela, reconocido autor y docente, ha cautivado al público con sus numerosas publicaciones sobre el tango. Además de ser conocido por su valioso aporte como escritor, Varela ha dejado una huella imborrable en el ámbito educativo gracias a su legendario seminario titulado “Historia social y política del tango argentino” en FLACSO.
En su último libro, el talentoso autor presenta al lector una obra magistral dividida en seis partes distintas, donde se sumerge en las profundidades de las “Variaciones” del tango. Estas partes incluyen: Duetos, ensayos, imágenes, música, peronismo y los nombres. En cada una de ellas, Varela emprende un fascinante viaje que explora la relación entre la historia del tango y el contexto sociopolítico de Argentina a lo largo de su joven historia. El autor sostiene que no existe una única historia de este género popular, y en sus obras anteriores, como “Mal de tango” y “Tango y política”, profundiza en estos temas, trazando un mapa que revela cómo los movimientos en cada período histórico han influido en el desarrollo del tango, tanto en sus letras, como en su música y baile.
Pero las “Variaciones” de Varela van más allá de los aspectos históricos y sociopolíticos del tango. En su travesía, el autor se sumerge en los universos de los personajes que presenta en su libro, desplegando poéticamente sus historias desde una óptica personal y sensible. Estos personajes, cuidadosamente seleccionados por Varela, son aquellos que han sido parte de su experiencia con el tango desde su infancia. Para el autor, el tango no solo es una pasión, sino también la banda sonora de su vida. A través de estas historias personales entrelazadas con la política, la historia y el devenir, Varela explora la identidad y las múltiples posibilidades de encuentro con este género popular.
En la introducción de “Variaciones”, Gustavo Varela comparte sus reflexiones sobre esta obra única:
“Las variaciones sobre el tango son las formas inesperadas del tango. Son fisuras temporales, historias frágiles, movimientos fugitivos. Son relaciones entre todos aquellos que están en ese modo de ser que es el tango. Improvisación de un tema principal, la búsqueda de lo posible en la sonoridad. ¿Qué es variar sino el desplazamiento de uno para multiplicarse?
Las variaciones son el encuentro de la totalidad del tango, la posibilidad de ampliar aún más.
Las variaciones nos convocan a hacer del tango una experiencia escrita. En ella, en las variaciones, están los posibles: duetos, ensayos, imágenes, música, peronismo y los nombres. Es una multiplicidad diversa, una por cada una hasta que se vuelve canción.
Las variaciones son eso, un poliedro que no termina nunca”.
En conclusión, Gustavo Varela nos brinda una obra excepcional que va más allá de un análisis histórico y sociopolítico del tango argentino. “Variaciones” es un viaje profundo y personal hacia la esencia de este género musical, una exploración de las múltiples facetas que lo componen y un llamado a convertirlo en una experiencia plasmada en palabras. A través de las variaciones, Varela nos invita a descubrir los innumerables matices y posibilidades que el tango tiene para ofrecer, un poliedro en constante transformación que nunca deja de sorprendernos.
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Para quienes poco saben del tango y no logran imaginarse con que otras cosas pueda estar juntandose el tango, a continuación hablaremos de eso.
La danza del tango argentino, una de las expresiones artísticas más cautivadoras y emblemáticas de la cultura bonaerense, ha sido moldeada a lo largo de los años por diversas influencias internacionales. Este baile apasionado y seductor, que ha conquistado corazones en todo el mundo, no es solo producto de la rica tradición argentina, sino que ha absorbido elementos y estilos provenientes de distintas partes del globo, creando así una fusión única y encantadora.
El tango, en su evolución, ha entrelazado sus raíces con otros géneros musicales, lo que ha enriquecido su paleta sonora y ha contribuido a su reconocimiento global. Una de las influencias más destacadas en el tango argentino es el jazz, un género musical de gran relevancia en Estados Unidos. A principios del siglo XX, los músicos de jazz estadounidenses comenzaron a experimentar con el tango, fusionando los ritmos y las improvisaciones propias de ambos estilos. Esta interacción dio lugar a una nueva variante del tango conocida como “jazz-tango”, que incorporaba elementos armónicos y melódicos del jazz en la estructura del tango tradicional. Así, el tango adoptó un carácter más sofisticado y virtuoso, conquistando también al público internacional.
Otra influencia importante en la historia del tango argentino proviene del flamenco, el arte flamenco español que ha cautivado a las audiencias con su pasión y expresividad. El baile flamenco y el tango comparten una profunda conexión emocional y una rica tradición de improvisación y expresión corporal. La fusión de estos dos estilos ha dado lugar al llamado “flamenco-tango”, en el cual se combinan las características distintivas de ambos géneros, como los movimientos elegantes y enérgicos del flamenco con la sensualidad y la cadencia del tango. Esta influencia ha permitido una mayor diversificación del tango, enriqueciendo su vocabulario de movimientos y su capacidad de transmitir emociones intensas.
Además, el tango argentino ha sido influenciado por el candombe, un ritmo y danza de origen africano que llegó a Argentina a través de la comunidad afrodescendiente. El candombe aportó elementos rítmicos y percusivos al tango, otorgándole una pulsación característica y una cadencia única. La integración del candombe en el tango se hizo evidente en la música y el baile, donde se empezaron a incorporar instrumentos de percusión como tambores y cajas, así como movimientos corporales inspirados en la tradición del candombe. Esta fusión contribuyó a la diversidad rítmica y coreográfica del tango argentino, añadiendo un matiz distintivo a su identidad.
Pero las influencias internacionales en el tango no se limitan al jazz, el flamenco y el candombe. A lo largo de la historia, este género ha recibido influencias de diversas tradiciones musicales y culturas extranjeras. La música europea, con sus valses y polcas, aportó estructuras melódicas y armonías que se integraron en el tango, creando una amalgama sonora fascinante. Del mismo modo, la música africana y su rica tradición de ritmos y percusión han dejado su huella en el tango argentino, enriqueciendo su paleta rítmica y energética.
Es importante destacar que estas influencias internacionales no han diluido la esencia del tango argentino, sino que han contribuido a su evolución y adaptación a nuevos contextos. El tango sigue siendo un símbolo de la identidad nacional argentina, una manifestación artística que refleja las pasiones, las alegrías y las tristezas de su pueblo. Sin embargo, gracias a estas influencias, el tango ha trascendido fronteras y se ha convertido en un lenguaje universal que traspasa barreras culturales.
El tango argentino es un testimonio vivo de la diversidad cultural y la capacidad de fusionar diferentes tradiciones en un nuevo y vibrante arte. Es una danza que ha sido moldeada por influencias internacionales, pero que ha conservado su esencia única y su poder de emocionar a las almas sensibles. En cada compás, en cada abrazo apretado y en cada paso sincopado, el tango argentino revela su historia de amor y encuentro entre culturas, demostrando que la música y la danza son puentes que unen a las personas más allá de las fronteras y las diferencias.
Desde las calles de los barrios humildes hasta los teatros más prestigiosos, el tango ha sido el lenguaje universal de la pasión y la melancolía. En esta ocasión, nos adentraremos en un apasionante viaje para descubrir y celebrar las contribuciones de cuatro figuras icónicas que han marcado el rumbo del tango argentino: Carlos Gardel, Astor Piazzolla, Aníbal Troilo y Osvaldo Pugliese.
Comencemos nuestro recorrido con el legendario Carlos Gardel, el Zorzal Criollo, considerado el máximo exponente del tango en su época de oro. Nacido en Toulouse, Francia, pero criado en Buenos Aires, Gardel cautivó al mundo con su inigualable voz y su carisma indomable. Sus interpretaciones magistrales de clásicos como “Mi Buenos Aires querido” y “Volver” se convirtieron en himnos inmortales del tango. Su talento y carisma trascendieron fronteras, llevando el tango a nuevos horizontes y dejando un legado imborrable en la historia de la música.
Astor Piazzolla, conocido como el revolucionario del tango, nos llevó por caminos inexplorados con su genialidad musical. Nacido en Mar del Plata, Piazzolla rompió con las convenciones tradicionales del tango, incorporando elementos del jazz y la música clásica en su obra. Su creación más destacada, el “nuevo tango”, fusionaba la pasión y el virtuosismo, generando una nueva dimensión sonora que cautivó a críticos y seguidores por igual. Obras maestras como “Adiós Nonino” y “Libertango” reflejan la audacia y la sensibilidad artística de este genio musical, que revolucionó el tango y dejó una marca imborrable en la historia de la música argentina.
Otro gigante del tango que no podemos pasar por alto es Aníbal Troilo, conocido como “Pichuco”. Este destacado bandoneonista y director de orquesta supo capturar la esencia misma del tango con su estilo único y su manejo virtuoso del bandoneón. Troilo, considerado uno de los más grandes bandoneonistas de todos los tiempos, lideró su orquesta con maestría y pasión, creando un sonido inconfundible. Temas como “Sur” y “Garúa” son testimonios vivos de su legado artístico, y su influencia en el tango perdura hasta nuestros días.
Por último, pero no menos importante, nos encontramos con Osvaldo Pugliese, un verdadero maestro del tango y un referente indiscutible de la música popular argentina. Pugliese, pianista, director de orquesta y compositor, dotó al tango de una profundidad emocional sin igual. Su estilo arriesgado y vanguardista, caracterizado por los cambios rítmicos y las armonías audaces, le valió un lugar privilegiado en la historia del género. Obras como “La yumba” y “Recuerdo” son testimonios conmovedores de su talento y su capacidad para transmitir emociones a través de las notas.
Estas cuatro figuras emblemáticas, Carlos Gardel, Astor Piazzolla, Aníbal Troilo y Osvaldo Pugliese, han dejado un legado imborrable en la historia del tango argentino. Sus vidas y obras nos inspiran y nos conectan con la esencia misma de este género apasionado y melancólico. A través de su música, nos transportan a un mundo de emociones intensas y nos invitan a bailar con el alma. Su influencia trasciende el tiempo y sigue alimentando la pasión por el tango en cada rincón del mundo.
Tambien hay una gran relación entre el tango y la literatura, complementándose mutuamente en una danza mágica que ha dado lugar a obras literarias inolvidables. A lo largo de los años, escritores argentinos han tomado las notas del tango como inspiración y han creado relatos que capturan la esencia misma de este género musical.
Uno de los más destacados representantes de esta unión entre el tango y la literatura es el aclamado autor argentino Jorge Luis Borges. En sus cuentos y poemas, Borges teje las letras y las metáforas con la pasión y el desgarro característicos del tango. Sus palabras nos transportan a los oscuros callejones de Buenos Aires, donde el tango resuena en los bares y los corazones de los personajes de sus relatos. Borges nos muestra cómo el tango no solo es música, sino un lenguaje que encierra historias y emociones profundas.
Otro escritor que ha dejado una huella imborrable en la relación entre el tango y la literatura es Julio Cortázar. En su famoso cuento “Final del juego”, Cortázar fusiona la pasión del tango con la melancolía y el suspenso, creando una atmósfera única que nos sumerge en el mundo turbulento del tango nocturno. Sus palabras son una invitación a bailar con las letras y dejarnos llevar por el ritmo del tango que se despliega en cada párrafo.
La literatura tanguera no solo se limita a los escritores consagrados, sino que también ha encontrado su expresión en poetas, como Homero Manzi, autor de “Sur”, una obra poética que nos sumerge en el paisaje urbano y nos envuelve en la magia y la melancolía del tango. Sus versos, cargados de nostalgia y amor, nos hablan de la vida en los arrabales y nos hacen sentir el pulso de la ciudad a través de las palabras.
El tango, con su capacidad de evocar emociones y contar historias, ha sido una fuente de inspiración para muchos escritores contemporáneos. Autores como Martín Caparrós, Ana María Shua y Fabián Casas han explorado las múltiples facetas del tango en sus obras, retratando la pasión, la soledad y la lucha que se entrelazan en el mundo del tango. Estos escritores nos invitan a adentrarnos en las vidas de los personajes tangueros, mostrándonos la complejidad de sus existencias y la riqueza de sus experiencias.
El tango y la literatura se complementan en una simbiosis perfecta, donde las palabras danzan al ritmo de los compases y las melodías encuentran su eco en las páginas impresas. Esta fusión de arte y expresión ha enriquecido tanto la literatura como el tango, permitiéndonos sumergirnos en un universo fascinante de pasiones desbordantes y tristezas profundas.
El tango, como género musical y danza, ha dejado una marca imborrable en la identidad cultural de Argentina y, a su vez, ha inspirado a los escritores a explorar nuevas formas de narrar y expresar las emociones humanas. La literatura tanguera es un testimonio vivo de la profunda conexión entre el tango y la sociedad argentina, capturando la esencia misma de una nación que late al compás del tango.
En conclusión, el tango y la literatura se entrelazan en una relación íntima y apasionada. Los escritores argentinos han sabido capturar la esencia del tango en sus obras, transportándonos a un universo de emociones y experiencias. El tango y la literatura, dos formas de expresión artística que convergen en un mismo horizonte, nos invitan a perdernos en sus letras y acordes, y a bailar en el universo mágico que crean juntos.
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