Fabio Kacero: su nueva muestra, en la galería Ruth Benzacar.
La galería Ruth Benzacar se encuentra en Juan Ramírez de Velasco 1287, dentro del barrio de Chacarita. Se encuentran abiertos de lunes a viernes, de 14 a 19hs. Actualmente dirigida por Orly Benzacar, la galería fue fundada en 1965, y desde entonces se encuentra en la vanguardia del arte contemporáneo, buscando difundir el trabajo de artistas nacionales, llevando a cabo seis exposiciones por años, de artistas establecidos y emergentes. En 2021 se expandió, inaugurando una segunda sala de exposiciones para muestras adicionales.
Ruth Benzacar organiza y desarrolla eventos como conversaciones públicas, presentaciones de libros y performances, para enriquecer los contenidos de cada exposición. Se han insertado como pioneros del arte latinoamericano en la escena mundial.
Actualmente se encuentran exponiendo “El campeón de los fantasmas”, la nueva muestra de Fabio Kacero con la curaduría de Francisco Garamona. Ocupando las dos salas de la galería, interroga sobre los aspectos de la personalidad la huella y la desaparición.
La muestra se puede ver como una continuación del libro que el artista publicó el año pasado, “Antología del sueño argentino”, donde se relata el sueño imaginario de un niño que se encuentra con una casa de remates de arte y al establecer una conversación con el guardia que se encuentra en la entrada, le cuenta que se acaba de vender el cuadro más caro del mundo, y le pregunta si sabe de quién es. Empieza a explorar por el catálogo de la muestra tratando de averiguarlo, pero solo puede ver firmas en hojas.
El artista, Fabio Kacero, es para muchos un misterio, y su trabajo una gran incógnita, el cual pocos pueden apreciar. Convierte a su trabajo en algo intemporal, en un campo de tendencia y categorías.
María Gainza, escritora y crítica de arte, dijo sobre Fabio Kacero en el año 2006, que “el universo de Fabio Kacero presenta una duda radical. Sus trabajos, completamente desviados de todas las categorías del arte, pertenecen a un estado fuera del arte, algo que aún no podemos designar y, por lo tanto, menos aún, pensar”.
Es así como expone un conjunto de firmas, además de una pintura monocromática y un video. Firmas en las cuales demuestra sus pasiones y sus amores, por ejemplo, hacia Jorge Luis Borges. El artista desarrolló una obsesión con el famoso escritor argentino, pero no de una manera usual.
Se obsesionó particularmente con su caligrafía, con su manera de dibujar cada letra. Así es como empezó a imitar su caligrafía, moviéndose hacia otros artistas. Sin embargo, Fabio Kacero mantiene que no copió todas las firmas, sino que varias de las firmas provenientes de artistas, críticos, curadores y galeristas vivos fueron recolectados por él mismo en persona, y las firmas de personas fallecidas fueron a través de médiums. Algo interesante para remarcar, es que todas las firmas, son acompañadas por la firma de Kacero, transformando los pedidos en obras de propiedad suya.
La pieza “El monocromo del molinero”, una pintura de color rosa pálido, acompañada de una estructura de hierro blanca, con unos cuadernillos, que incluyen un cuento. Este le da nombre a la obra y sentido al cuadro.
Dentro de esta muestra el arte de la falsificación cobra relevancia, la perfección que se necesita en la técnica de imitar a alguien más, además de la ficción; donde Fabio Kacero les pregunta a personas fallecidas si le pueden firmar un papel para que lo pueda exponer, y el cuento, que le da sentido a “El monocromo del molinero”. Fabio Kacero cuestiona el valor del arte, se pregunta sí hoy en día vale más la imagen o el texto que lo acompaña.
