Cambios en el comercio mundial

Félix Peña, especialista de la Fundación ICBC, analiza los desafíos de Argentina a futuro en medio de un escenario de fuertes cuestionamientos por parte de Estados Unidos a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

“Las perspectivas futuras del comercio para Argentina y el resto de la región son muy buenas porque hay una tendencia al aumento de la demanda de productos agroindustriales, en un marco de crecimiento de la clase media urbana de los países asiáticos. El desafío que tenemos para los próximos años es ver cómo aprovechamos este escenario para exportar alimentos con la inteligencia incorporada que se requiere en una elaboración de calidad”, afirma Félix Peña, Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC.

Peña explica que la estrategia que próximamente adopte Argentina debe tener en cuenta el momento histórico que atraviesa el sistema de reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), fuertemente cuestionado por el presidente norteamericano Donald Trump. Esto ocurre pese a que fue impuesto por el propio Estados Unidos junto a otras naciones a partir de la creación del General Agreement on Tariffs and Trade (GATT) en 1947.

“Tenemos un cambio significativo en el comercio internacional que no incide en la ecuación oferta-demanda, pero sí en las reglas de juego que se apliquen. El sistema multilateral de comercio actual está basado en el principio de no discriminación entre países al momento de comercializar e imponer restricciones, aspecto que está cuestionando por la nueva administración de EEUU. También hay una crítica creciente al sistema de solución de controversias. Este nuevo escenario se vio reflejado, por ejemplo, en las restricciones impuestas por EEUU al biodiesel argentino”, opina Peña. Por otra parte, destaca que estas turbulencias se dan en el momento en que Argentina será sede de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en diciembre y de la Cumbre del G20 en 2018.

No obstante, Peña evalúa que el posicionamiento de Argentina como exportador de productos con valor agregado depende principalmente de que se apliquen políticas orientadas a brindar garantías de calidad técnica y sanitaria.

“Se requiere un gran esfuerzo de inteligencia para adaptar los productos al paladar de cada país. Para eso es necesario trabajar en una reconversión de la estrategia de comercio internacional. Tenemos recursos naturales, creatividad y conexión con el resto del mundo. ¿Pero estamos utilizando estas virtudes como debiéramos? No podemos incurrir en el error de aferrarnos a que somos un país al que le compran productos aun cuando no tiene interés de venderlos”, señala el experto.

El sector vitivinícola argentino es, según Peña, un buen ejemplo de superación y de inteligencia incorporada en el proceso de producción y distribución. “Ahora se exportan vinos buenos de marca cuando antes se comercializaban sobre todo a granel”, destaca el consultor.

Respecto al rol que debe asumir el Estado, Peña reivindica la teoría del “Triángulo de Sábato”, postulada por el argentino Jorge Sábato, que sostenía que para una exitosa inserción internacional es necesaria una correcta sinergia entre el sector público -como ejecutor de las políticas-, el académico -como impulsor de las nuevas tecnologías- y el productivo -que incluye a las empresas y sindicatos como responsables de la capacitación de la mano de obra-. “Creo que el cambio generacional va a empujar a que este objetivo se concrete”, analiza.

“El futuro ya comenzó y hoy debe pensarse en perspectiva, en función de las próximas décadas. Eso es fundamental para poder dar el salto que necesitamos. Todo esto es parte de lo que vamos a estar analizando y viviendo en Aliment.AR”, finaliza el especialista.