“Bibliotecas: la elegancia funcional” por Jimena Caprile

Por Jimena Caprile, Socia Olivia D, www.oliviad.com.ar.

Las bibliotecas pueden categorizar y vestir un ambiente, son importantes por su funcionalidad y por eso tienen distintos destinos posibles. Desde el punto de vista de la teoría, su ubicación ideal serian los escritorios, los pasillos y los play-rooms, siendo estos últimos muy útiles ya que no solo albergan libros, sino también equipos de audio y esparcimiento.

En cuanto a tendencias, si bien las tradicionales están siempre vigentes, estamos en una época en la que una placa de fondo con estantes libres en voladizo ha ganado protagonismo. Incluso, se le puede agregar iluminación con LEDs. Hay que tener cuidado pues este tipo de geometrías no permiten mucha carga, ya que los estantes no soportarán el peso del papel.

El tamaño se dará de acuerdo a las necesidades que cada uno tenga y de acuerdo al espacio disponible. Además, habrá que analizar cómo lograr una adaptación estética al resto del ambiente. Hay que tener en cuenta que este mobiliario puede guardar variados elementos, desde libros, papelería administrativa, CDs, objetos de arte y diseño, portarretratos, recuerdos de viajes y más. Es bueno colocar estantes alternados para ablandar cierta rigidez que pueden dar algunas formas.

Si hablamos de practicidad, las bibliotecas regulables son las mejores. Por más que la base sea simétrica, el estante flexible aporta comodidad a la hora de adaptarse a elementos de distintas medidas. Y, dependiendo nuevamente de la estética, a veces contribuyen más los irregulares que los totalmente proporcionados.

Hay a quienes les gusta alargar la estructura hasta el techo; esto es viable dependiendo de la altura. A veces resultan cómodos los estantes en el nivel superior, pues en ellos se pueden ubicar elementos de uso no tan frecuente. Además, este tipo de modelos si están bien resueltos generan un gran beneficio estético llenando espacios que vacíos pueden generar molestias a la vista.

Por último, si el pasillo tiene un ancho suficiente como para albergar una biblioteca y además circular con comodidad, es bueno aprovecharlo con esta segunda función. Por el contrario, si tiene el espacio justo puede incomodar el paso y volverse molesta en el cotidiano.