Neoesclavitud: El Macrismo va por todo, sindicatos y reforma laboral.

Se vienen tiempos modernos, donde los trabajadores van a ser esquilmados como ovejas y los sindicalistas no van a defender a nadie por que nunca han defendido a ningún trabajador y menos a un desocupado. Lo que se viene es muy serio y preocupante. 12 horas a precio de 6 horas. Mientras que los Sindicalistas van a Miami.

Convierte: “hacer de una cosa otra distinta”, hacer que una persona o una cosa cambie o adopte unas características diferentes de las que tenía. El Macrismo se convierte en Kirchnerismo: van por todo, sindicatos y reforma laboral. Macri tiene la paciencia de un guerrero y sabe que dividir a los sindicatos es la primera parte de una política que va en el sentido de 12 hs a precio de 6 hs, sin derechos y sin indemnizaciones, Macri es de manual, es lo que quieren los industriales, las mineras y los agropecuarios.

Volver al 1900 antes que Perón y Evita. Mientras tanto, la City festeja cada llegada al arco de la CGT disecada, aburrida y estupidizada por lo que quedó de un Peronismo sello de goma. Nunca un sindicalista a defendido a los trabajadores y menos a los desocupados desde que murió Perón. Está claro que Macri lo sabe y es por eso que ahora van por sus patrimonios personales. Ningún sindicalista de los últimos 30 años puede demostrar idoneidad y honestidad. En el Macrismo lo saben y ahora van a por ellos uno por uno hasta domesticarlos y cambiar la ley del trabajo.

En las conversaciones con los ejecutivos que asistieron al Council of The Americas quedó claro que para los empresarios una de las prioridades es acelerar la reforma laboral. Según los principales referentes industriales, la rigidez y los altos costos del mercado laboral conspiran contra la posibilidad de las empresas a la hora de competir con el resto del mundo y se apoyan en el cambio de legislación brasilero para acrecentar sus reclamos.

Pero la flexibilidad laboral que quiere poner sobre la mesa el Gobierno tiene sus limitaciones, como reconoció Daniel Funes de Rioja, uno de los principales abogados laboralistas de la Argentina y titular de la Copal: “No podemos ir a una reforma a la brasileña. Los argentinos tenemos otra idiosincrasia y la mayoría de los cambios que se aprobaron allí no sería factible introducirlos aquí”

Desde la Unión Industrial Argentina afirman que es inviable e indeseable un shock. Confía en que la normalización de variables macro permita sentarse con los sindicatos para dialogar. Miguel Acevedo asumió como presidente de la UIA en mayo pasado y afirma que -a partir de ese mismo momento- está tomando contacto con la realidad industrial del interior del país, algo que que, según su punto de vista, es algo lejano de lo que se tiene noción en Buenos Aires. “Hay inversión, mucha tecnología, pero hay trabas en el medio ambiente en que se mueve: intendencias que cobran altas tasas, el impuesto a los Ingresos Brutos, al Cheque; este Gobierno va a tener que ir mejorándolo.

No todo es el dólar: hay que bajar la inflación, tener una moneda, y se está trabajando. Hoy estamos en la coyuntura. Hace tres semanas, todos me preguntaban el dólar a $ 18 si sirve. Era un valor de inversión, de miedo. Hay que tener una cierta estabilidad, pensar en el largo plazo” y “El tema sindical, fue un paro político y a destiempo, me da la impresión. No creo que el Gobierno vaya a una política de shock, ni creo que le venga bien a la Argentina tener una política con ganadores y perdedores. Van a ser cambios graduales, ni como en Brasil, porque no están condiciones dadas, ni tampoco lo quiere la gente. Aunque Brasil nos va a obligar a hacer algunas cosas. A mí me parece que va a haber cambios moderados a través del tiempo”., sostuvo.

El Gobierno Nacional de Mauricio Macri endurece aún más su posición, tras la movilización de la semana pasada a cargo de la CGT a Plaza de Mayo. Como primera medida echó a dos funcionarios de organismos que son clave para estos sectores, además refuerza medidas de control y transparencia y ahora analiza que los propios gremialistas hagan públicas sus respectivas declaraciones juradas de bienes.

La medida apunta directo a los patrimonios de los jefes de las obras sociales, que tras asumir deben informar sobre sus bienes patrimoniales a la Superintendencia de Servicios de Salud.

Ahora el Gobierno investigará si los directores y administradores de los organismos cumplen de manera efectiva con esta nueva exigencia y si se puede difundir esta información.

“Los que manejan recursos públicos de los trabajadores deberían presentar sus declaraciones juradas, algo que por ahora no está contemplado en la ley. El Estado tiene la información sobre los administradores de las obras sociales y en principio lo que se está estudiando es cómo hacerla pública”, dijo uno de los funcionarios que trabajan en este plan.

El endurecimiento de la postura oficial del Gobierno en el control de los fondos de los sindicatos se centra puntualmente en las obras sociales, que manejan el grueso de la plata de los gremios (la Superintendencia de Servicios de Salud, que es la que les otorga fondos, tiene un presupuesto de $ 7.000 millones anuales).

Todas estas medidas se dan en respuesta a la protesta de la CGT, y que empezaron con el despido de Ezequiel Sabor -exviceministro de Trabajo- y Luis Scervino -exjefe de la SSS- dos hombres que tenían buenas relaciones con el jefe de Camioneros Hugo Moyano y de Obras Sanitarias José Luis Lingeri, entre otros.

El perfil de los nuevos funcionarios designados por el presidente Macri deja entrever que habrá una relación más dura con los sindicatos. Sandro Taricco, nuevo Superintendente de Servicios de Salud, es un hombre de confianza no sólo del ministro de Trabajo Jorge Triaca sino también de la candidata a diputada de Cambiemos Graciela Ocaña.

Taricco ya había trabajado con Ocaña en el PAMI, en épocas en la que la actual legisladora porteña se enfrentó a Moyano y a otros sindicalistas por sus denuncias en la llamada “mafia de los medicamentos”. La designación de Taricco indica que habrá un mayor control a los fondos de las obras sociales. Entre otras funciones la SSS monitorea el giro de los pagos a la Administración de Programas Especiales.

Mientras que la elección de Horacio Pitrau como viceministro de Trabajo se traducirá en un avance en la transparencia de las elecciones sindicales, medida que el abogado ya había propuesto desde la dirección nacional de Asociaciones Sindicales. Pitrau había sugerido además que se cumpliera con el cupo femenino en los gremios, entre otras medidas.

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