La Manzana de las Luces

La Manzana de las Luces es un complejo histórico y cultural ubicado en el centro de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Fue fundado en el siglo XVII por los jesuitas y consta de varios edificios, incluyendo la iglesia de San Ignacio y la Universidad del Salvador.

El nombre “Manzana de las Luces” se debe a que en el siglo XVIII, la iluminación pública en Buenos Aires se proporcionaba mediante faroles instalados en las esquinas de las manzanas. En el caso de la Manzana de las Luces, los faroles estaban ubicados en los patios interiores de los edificios, lo que creaba una atmósfera luminosa que se destacaba en el centro de la ciudad.

En la actualidad, la Manzana de las Luces es un importante destino turístico y cultural, y alberga museos, bibliotecas, salas de exposición y centros de investigación. También se realizan visitas guiadas para conocer su historia y arquitectura, y para conocer la vida cotidiana de los jesuitas en la época colonial.

El histórico complejo porteño de la Manzana de las luces celebrará con tangos y música la restauración de su fachada

El histórico complejo porteño de la Manzana de las luces celebrará con tangos y música la restauración de su fachada -obra que permitió recuperar todo el esplendor de la antigua Procuraduría de las calles de Perú y Alsina-, un encuentro con el que festeja el compromiso de cuidar el valor histórico y patrimonial de cuatro siglos de historia.

Para celebrar la restauración edilicia de uno de los edificios más antiguos de Buenos Aires, mañana a las 18.30 habrá shows de tango, música urbana, proyecciones y brindis en el Patio de la Procuraduría, sobre Perú 222, y un cierre doble en el Patio de Tango junto a Eliana Sosa y Patricia Cárcova, informaron los organizadores. Un evento abierto y gratuito que se suspende por lluvia.

“La Manzana de las luces ha recuperado su esplendor. Solar de los jesuitas durante la etapa colonial y bautizada así a comienzos del siglo XIX por concentrar, en ese entonces, las sedes de la Universidad de Buenos Aires, del colegio San Carlos y de la Biblioteca Nacional, hoy es un mosaico arqueológico e histórico de tiempos y sucesos fundamentales del país”, detallaron en un comunicado.

La restauración edilicia iniciada en 2021 fue concretada por el Ministerio de Cultura de la Nación desde la Secretaría de Patrimonio Cultural e impulsada por la Dirección Nacional de Museos que la contiene, en sintonía con la propuesta del museo con su “programación cultural que concibe al patrimonio como una herramienta para pensar el presente y dialogar con las comunidades”, en esa doble función que lo caracteriza como museo de sitio histórico y centro cultural.

La puesta en valor del predio delimitado por las calles Alsina, Moreno, Bolívar y Perú implicó la intervención en dos construcciones emblemáticas: la Ex Procuraduría y las Ex Casas Redituantes o de alquiler de Perú y Moreno, mandadas a construir en 1783 por orden del Virrey Vértiz para alojar a la corte virreinal y que fueron utilizadas como calabozos.

Declarado Museo Nacional Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces en 2013, el sitio fue testigo de múltiples intervenciones que implicaron demoliciones, ampliaciones, modificaciones y sustituciones como resultado de cambios de dominio, decisiones políticas y adaptaciones funcionales que alteraron su fisonomía.

Se trata de “un gran conglomerado de temporalidades, una pieza arqueológica a cielo abierto”, señaló el antropólogo e investigador del Conicet Gustavo Blázquez, actual director del Complejo.

“Luego de que la UBA dejara la Manzana en 1971 se tiró la antigua Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y el despacho del Museo de Historia Natural donde dieron clases científicos como Hermann Burmeister o Florentino Ameghino. En esa época se recreó el estilo colonial de la Procuraduría, borrando la huella universitaria. La UBA estuvo en la Manzana 150 años. Más allá de estos cambios, la fachada del edificio recibió escasa atención y podemos decir que el esplendor que hoy luce no se ve desde hace décadas”, aseveró Blázquez.

La restauración permitió hallazgos arqueológicos como el antiguo sistema de recogida de aguas cloacales y pluviales y una cisterna en la Ex Casas Redituantes, que permite apreciar el modo de vida en el siglo XIX.

Un viaje en el tiempo que va desde las huertas jesuitas en lo que es hoy el Colegio Nacional Buenos Aires o a los túneles que, aunque todavía inhabilitados, conectan con la Iglesia de San Ignacio por ejemplo.

Otra de las cuestiones que permitió este trabajo es la apreciación de las superposiciones e interacciones entre una fachada del siglo XIX sobreimpuesta en un edificio colonial, para resignificar detalles como el cincelado de la palabra universidad sobre la puerta de ingreso de Perú 222, la misma que fue testigo de la Noche de los Bastones Largos durante la dictadura de Onganía.

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